Estoy en la casa de los papás, tengo tanto caos que me siento en un lugar que no es mío. Sin embargo, ahora llego el covid a ponerle calma al asunto.
Y creo que he sido responsable, en primer lugar estoy en la oficina 100% sola, y estamos todos aislados en casa. Mis síntomas han sido nada, en mi mente esa enfermedad no existe y aparentemente estoy bien alimentada… realmente más del malestar estomacal no he sentido.
Todo sigue siendo igual, pero yo soy diferente. Siento que veo la vida de una manera diferente. Y no puedo estar más orgullosa de ello.
En la tarde desocupe mi armario, sin estrés, por partes y con decisión. Pude sentirme muy fuerte sacando ropa, saliendo de recuerdos que se que me hacen daño. Sentí como cambiaba mi exterior, quiero usar muchas más faldas, más vestidos, quiero ser la mujer más linda del mundo!!!
También de manera inconsciente y confiere vuelvo a él. Quisiera saber de el, quisiera que se sintiera tan mal como yo lo he estado…. Aveces me da mucha sed de venganza, me da odio. Me da ganas de desearle solo lo malo, intento no hacerlo, trato de frenar esos pensamientos. Odias desgasta mucho,,, pero si soy honesta eso es lo que siento.
Irónicamente con el covid, me volvió una frase que me dijo su mamá. En un momento que estaba cayendo (sin esperar el golpe que me esperaba de su hijo), ella me dijo debes vibrar alto siempre, como las aves 🐦 (y con sus manos imitó las alas de las aves). Y eso estoy haciendo desde que me entere de la visita del virus.
Es un proceso, un tránsito. Pero sin duda alguna, debo irme de la casa familiar. Quiero sentirme libre 100%, y se que eso me implica más gastos, pero los asumo con valentía
En realidad un cuarto organizado dice más de la persona que lo que creemos
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